¿Cuándo deberíamos visitar al oftalmólogo?
Como seres humanos, nuestro cuerpo se compone de diferentes órganos, todos igualmente importantes, y uno de ellos es el ojo, un órgano vital que requiere cuidados regulares y un buen mantenimiento. La primera visita al oftalmólogo se recomienda a la edad de 5 años, y la frecuencia de las visitas dependerá de nuestra edad y si estamos experimentando problemas de visión o no. Sin embargo, a menudo descuidamos nuestros ojos y no les damos la atención y los cuidados necesarios.
Para aquellos que presentan problemas de visión, es aconsejable visitar al oftalmólogo con más frecuencia para evaluar si sus problemas persisten, han empeorado o se han estabilizado.
Una visita regular al oftalmólogo puede ayudarnos a detectar a tiempo los primeros síntomas de afecciones como glaucoma, hipertensión, diabetes o estrés, lo que puede permitir un mejor tratamiento y una mejora en su salud ocular.
A medida que envejecemos, debemos aumentar la frecuencia de nuestras visitas al oftalmólogo. Los especialistas recomiendan que aquellos mayores de 40 años que hayan sido diagnosticados con diabetes o glaucoma visiten al médico una vez al año. Si no tenemos ninguna de estas condiciones, debemos programar una visita cada dos años después de cumplir los 60 años.
Síntomas que indican la necesidad de visitar al oftalmólogo
Además de las revisiones regulares, hay ciertos síntomas que indican la necesidad de una visita al oftalmólogo lo antes posible.
Si notas manchas móviles, es aconsejable visitar al oftalmólogo. Aunque generalmente no suelen ser graves y son comunes a medida que envejecemos, es importante que el médico pueda evaluar si debemos descartar problemas mayores, como un desprendimiento de retina. Este problema también puede estar relacionado con una inflamación o hemorragia en la cavidad vítrea.
Si experimentas destellos de luz o halos alrededor de las luces, puede ser un síntoma de que necesitas una nueva receta de gafas o lentes de contacto, o también puede ser un síntoma de migraña ocular.
La sequedad ocular o irritación también debe ser una razón para visitar al oftalmólogo. Esto puede deberse a una alteración en la formación de lágrimas.
Si sientes dolor repentino en el ojo, puede ser causado por un cuerpo extraño, infección, inflamación ocular, aumento de la presión intraocular o simplemente la necesidad de una nueva receta de gafas. Cualquiera de estos síntomas deben ser evaluados por un especialista.
Las personas que experimentan sensibilidad a la luz también deben consultar a su oftalmólogo para descartar una posible migraña ocular o inflamación ocular.
En definitiva, cuidar nuestros ojos es fundamental para garantizar una buena salud visual. Realizar revisiones regulares con el oftalmólogo y prestar atención a los síntomas iniciales puede prevenir complicaciones futuras y mejorar nuestra calidad de vida.