El cáncer hematológico
El cáncer hematológico es un tipo de cáncer que tiene su origen en la médula ósea y en las glándulas linfáticas. Se caracteriza por la proliferación incontrolada de células anómalas en la sangre, lo que lo diferencia de otros tipos de cáncer en los que se observa una alteración celular concentrada en el tejido de un órgano determinado.
Tipos de leucemias
Aunque se utiliza el término leucemia para referirse a los distintos tipos de cáncer de sangre, en realidad existen varios tipos de leucemia. La clasificación de estas leucemias depende de las células afectadas, del tipo de modificación que experimentan y de su posible evolución.
Grupos de cánceres hematológicos
La sociedad Española de Hematología y Hemoterapia clasifica los cánceres hematológicos en tres grandes grupos: leucemias, linfomas y mieloma múltiple.
Leucemias
Las leucemias se pueden clasificar en agudas y crónicas. La leucemia linfocítica crónica es una de las leucemias crónicas más comunes en personas mayores de 60 años.
Linfoma
El linfoma se caracteriza por la alteración de las células producidas principalmente en los ganglios linfáticos. El linfoma de Hodgkin es el más común en personas mayores de 60 años.
Mieloma múltiple
El mieloma múltiple incide en las células plasmáticas que se localizan en la médula ósea. Este cáncer es uno de los más comunes en personas mayores de 60 años.
Tratamientos y avances
El porcentaje de curación total de los cánceres hematológicos ha aumentado en las últimas décadas gracias a los nuevos fármacos aplicados en quimioterapia y los avances en inmunoterapia. Los tratamientos con células T CAR, capaces de destruir células tumorales de forma selectiva, son una esperanza para combatir los casos más frecuentes de cánceres hematológicos en un futuro cercano.
Es importante destacar que el diagnóstico precoz es fundamental para aumentar las posibilidades de curación en cualquier tipo de cáncer hematológico y otros tipos de cáncer. Por esta razón, es fundamental realizar exámenes físicos regulares, en especial cuando llega una edad avanzada. En general, hay que tener una alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente y no fumar, ya que estos factores influyen negativamente en la salud y aumentan el riesgo de desarrollar cualquier tipo de cáncer.