¿Cómo abrir una puerta cerrada?
Abrir una puerta cerrada sin llave puede resultar una tarea difícil, pero hay ciertos trucos y técnicas que se pueden poner en práctica antes de recurrir a un cerrajero y su correspondiente desembolso económico. Lo primero que se debe hacer es mantener la calma y evaluar la situación, verificando si hay una llave disponible en otro lugar o si alguien más tiene copia de la llave.
¿Dónde está la llave?
En caso de que la llave esté dentro de la cerradura, pero por dentro de la puerta, y la puerta se haya cerrado detrás, es posible que la llave caiga al suelo al mover la puerta. Si la llave está dentro del bolso, se puede intentar empujar la puerta desde el exterior mientras que se humedece la llave con agua y jabón, vaselina u otro lubricante para facilitar su deslizamiento dentro de la cerradura. Si se cuenta con una llave allen o destornillador de punta plana, puede intentar usarse para girar la cerradura con cuidado.
Un poco de ingenio, paciencia y maña
Si la llave está en el interior de la cerradura y no se pueden utilizar las opciones anteriores, se pueden intentar otras técnicas. Puede intentarse hacer una ganzúa casera con una horquilla o clip de metal, imitando los dientes de una llave, y tratando de abrir la cerradura con movimientos suaves y pacientes. Asimismo, puede intentarse abrir la puerta con una tarjeta de crédito o elemento de plástico duro, deslizando la tarjeta entre la puerta y el marco en la altura de la cerradura.
Llamar al profesional
Si las técnicas anteriores no funcionan o se complica demasiado, se recomienda recurrir a un cerrajero profesional. Es importante buscar un cerrajero de confianza y cercano a la ubicación, pidiéndole un presupuesto aproximado antes de comenzar el trabajo para evitar sorpresas en el momento del pago. También es recomendable conocer sus precios por desplazamiento y posible recargos por urgencia o festivos para no tener sorpresas en la factura final.
En resumen, la clave para abrir una puerta cerrada sin llave es mantener la calma, evaluar la situación y intentar aplicar técnicas y trucos antes de recurrir a un profesional. Sin embargo, si ninguna de estas opciones funciona o la puerta es de seguridad o blindada, lo mejor es llamar a un cerrajero de confianza y evitar posibles engaños y abusos.