Origen del brindis: leyendas y costumbres antiguas
Mitología Griega: el brindis de Dioniso
Una de las leyendas más extendidas sobre el origen del brindis se remonta a la antigua Grecia. Según esta historia, el dios Dioniso, el dios del vino y la fertilidad, preparó el mejor banquete de todos los tiempos para agasajar a los demás dioses. Sin embargo, había un sentido que estaba ausente: el oído. Por eso, Dioniso sugirió que los dioses chocaran sus copas para que el sonido del vino se dejara oír y así se pudiera disfrutar con todos los sentidos.
Bebidas seguras en la Antigüedad
En la Antigua Roma, los brindis se relacionaban con la seguridad alimentaria. Las cenas aristocráticas eran un lugar propicio para el veneno, por lo que el anfitrión, con el fin de demostrar que no había nada que temer, chocaba su copa con la de los invitados. Así, se aseguraba de que el contenido de cada copa era igual de inocuo.
Por otro lado, algunos historiadores apuntan que los brindis en la Antigüedad se hacían para protegerse de los dioses. En la cultura romana, los dioses eran celosos y podían malinterpretar algo que se dijera sin querer o sin malicia. Brindar antes de beber era una forma de pedir sus bendiciones y asegurarse de estar a salvo de su ira.
El brindis de Carlos I de España y V de Alemania
También existe otra versión ampliamente difundida sobre el origen del brindis. Según esta, el brindis nació durante la segunda guerra que tuvo contra Francia el monarca Carlos I de España y V de Alemania. Después de la victoria de sus tropas en Roma, los oficiales ofrecieron las copas llenas de vino al monarca diciendo «Bring dir’s», que significa «yo te lo ofrezco» en alemán. Con el tiempo, esta expresión se ha ido castellanizando hasta convertirse en el brindis que conocemos hoy en día.
Brindis en todo el mundo
Todos los pueblos, culturas y países alrededor del mundo tienen sus costumbres en torno al brindis. Es interesante conocerlas para no cometer errores durante las cenas o eventos sociales.
En Hungría, el choque de copas se considera ofensivo, ya que se les recuerda a la victoria de los austriacos. En Alemania, lo más correcto es decir «Prost» (nuestro equivalente a «salud») mientras se brinda, y es importante mirar a los ojos de los demás comensales. Además, no es de buena educación que dos parejas brinden formando una cruz. En Francia, no debes beber antes de brindar ni llenar más de la mitad de la copa.
En China, hay que llenar el vaso hasta arriba y no levantar el brazo más que el anfitrión o las personas mayores que participen en el brindis.
Por último, en Georgia, los brindis son una auténtica religión. Durante sus festejos, hay muchos brindis y se contrata a especialistas llamados «Tamada» que se encargan de la organización de esta tradición y compiten para resultar los más ocurrentes.
En definitiva, el brindis se ha convertido en una costumbre muy arraigada en todo el mundo y sirve como símbolo de amistad, amor, felicidad, logros y acontecimientos significativos en la vida. Como se puede comprobar, su origen es antiguo y mítico, pero la costumbre sigue vigente en nuestros días.