Senderismo y señalización en la naturaleza
Si eres un apasionado del senderismo y del contacto con la naturaleza, es importante que conozcas las señalizaciones que te encontrarás en los caminos. Las indicaciones que encontrarás a lo largo del camino proporcionan información valiosa acerca de la ruta, ayudándote a conocer la dirección que debes seguir para continuar con tu paseo de manera segura y adecuada.
La Federación Española de Deportes de Montaña (Fedme @fedme_es) destaca que la existencia de senderos homologados tiene como finalidad principal facilitar la práctica del senderismo en el medio natural, en unas condiciones de seguridad, calidad e información suficientes para desarrollar la actividad. Por tanto, la señalización es de gran importancia para los senderistas, ya que les informa sobre el estado de la ruta y les ayuda a avanzar por el camino.
Los senderos homologados están identificados por una serie de códigos de señales, así como por soportes o paneles informativos en los que se indican los detalles de la ruta. Los tipos de senderos homologados son los siguientes:
Gran Recorrido (GR)
Los senderos de Gran Recorrido están indicados con las señales en colores rojo y blanco, y sus siglas son GR. Sus recorridos suelen tener una distancia mínima de 50 kilómetros, aunque pueden alcanzar mayores distancias. Siempre que veamos por el camino una señal con una raya horizontal blanca y debajo otra roja, se nos estará indicando que estamos siguiendo una ruta larga.
Cuando estas señales aparecen en forma de aspa, significa que por esa ruta no se puede continuar, por lo que tendrás que seguir el sendero marcado en el suelo o buscar señales de dos líneas horizontales que te indiquen hacia dónde debes continuar. Para señalar un cambio de dirección, las líneas se pintan en vertical con un desvío hacia la derecha o hacia la izquierda en su parte superior, dependiendo de la dirección que debas seguir.
Pequeño Recorrido (PR)
Estos senderos son más cortos que los de Gran Recorrido, y suelen estar indicados mediante el uso de señales de colores blanco y amarillo. Estos recorridos también pueden tener variantes que se deben señalizar con sus correspondientes códigos. En los senderos Pequeño Recorrido, los puntos de destino de las derivaciones no pueden estar a más de dos kilómetros del sendero PR del que parten.
Senderos Locales (SL)
Los Senderos Locales se representan con el color blanco y verde. Estos son los senderos más cortos, con una longitud máxima de diez kilómetros. Al igual que los senderos PR, pueden tener variantes que deben ser señalizadas debidamente. En comparación con otros tipos de senderos, las derivaciones en los Senderos Locales tienen un punto de destino máximo de 0,5 kilómetros.
Otras posibilidades
Además de los senderos homologados, en el camino podemos encontrar un gran número de variantes que incluyen caminos de distintos rangos que parten y convergen en diferentes puntos del mismo sendero. También pueden existir enlaces que unen dos senderos homologados distintos con igual o distinto rango. Por otro lado, están los enlaces internacionales, que parten de una ruta que nace en territorio español pero que continúa hacia otro país limítrofe como puede ser Francia o Portugal. En ocasiones, las derivaciones nos llevan a lugares de interés como miradores, ermitas o monumentos históricos.
Senderos de montaña
Todos los recorridos mencionados anteriormente pueden ser considerados senderos de montaña si cumplen una serie de criterios. Algunos de ellos son: discurrir por encima de los 1.500 metros, presentar un desnivel continuado de más de 500 metros o uno acumulado de más de 800 metros. Además, más del 50% del camino debe transcurrir por una senda tradicional que no presente alteraciones significativas y no estar realizado por vías asfaltadas o encementadas en más del 5% del recorrido. Además, deben transcurrir por espacios naturales y/o rurales, en los que perduren sus usos tradicionales, entre otras condiciones.
Las señales en los caminos
Las señales en los caminos son muy importantes para los senderistas, ya que les proporcionan información valiosa para seguir la ruta de manera adecuada. Los tipos de señales que encontraremos a lo largo del camino son las de marca de continuidad, con dos rectángulos paralelos en posición horizontal que señalan que estamos siguiendo el sendero adecuado. También podemos encontrar señales de dirección equivocada en forma de aspa o cruz de San Andrés, y las de cambio de dirección, que son dos trazos paralelos que se desvían en un ángulo para especificar la dirección correcta.
Además de las señales pintadas directamente sobre elementos naturales como rocas o árboles, podemos encontrar estaquillas que indican la dirección y distancia a seguir cuando las señales no pueden marcarse en el suelo. También es común ver postes con flechas direccionales que se sitúan en cruces o lugares estratégicos ofreciendo información adicional, como por ejemplo la distancia que queda por recorrer para alcanzar un destino en concreto.
Los paneles informativos
Además de las señales, podemos encontrar paneles informativos al inicio y final de la ruta. Estos paneles suelen incluir un mapa actualizado en el que podremos orientarnos y conocer mejor la ruta que vamos a seguir. Además, también podemos encontrar información relevante sobre la cultura y la historia de los lugares por los que vamos a pasar, así como la fauna y flora más importantes de esa zona en particular.
En resumen, conocer las señalizaciones apropiadas para cada sendero de montaña es esencial para poder disfrutar de nuestras caminatas en la naturaleza. Estas señales nos proporcionan información valiosa sobre la ruta y nos ayudan a avanzar de manera segura y adecuada. Además, nos permiten conocer mejor la flora, fauna y cultura de los lugares por los que estemos pasando, lo que hace que caminar por estos lugares sea una experiencia única y enriquecedora.