Cómo limpiar moluscos frescos para evitar la arena en la comida
Introducción
Cuando compramos moluscos frescos, como mejillones, berberechos, almejas o navajas, es normal encontrar arena en su interior, lo que puede arruinar la receta y hacernos sentir incómodos al notarla crujir en la boca. Sin embargo, una buena limpieza puede ayudar a evitar este problema y garantizar que disfrutemos del sabor de estos deliciosos mariscos.
Pasos para limpiar los moluscos
1. Asegurarse de que los moluscos estén frescos y en buen estado para el consumo. Descartar aquellos que huelan mal o tengan la concha rota.
2. Limpiar los moluscos por fuera para quitarles restos de arena, suciedad o algas que puedan haber quedado. Sumergirlos en agua fría y remover con cuidado para soltar las impurezas.
3. Limpiar los moluscos por dentro. Para ello, sumergirlos en agua fría sin sal durante 30 minutos en la nevera.
4. Añadir sal al agua y dejar reposar durante una hora en la nevera para que los moluscos se abran y expulsen la arena que puedan contener.
5. Retirar los moluscos del agua sin removerla para evitar que la arena se vuelva a mezclar.
Consejos adicionales
Además de estos pasos, existen otras formas de limpiar los moluscos frescos para evitar la arena en la comida. Por ejemplo, algunos cocineros recomiendan sumergirlos en agua con harina o bicarbonato para que suelten la arena más fácilmente. También se puede utilizar una malla fina para retener la arena mientras se enjuagan los moluscos.
Es importante recordar que los moluscos frescos son los mejores para el consumo en los meses que tienen «R», es decir, de septiembre a abril. Además, es recomendable cocinarlos lo antes posible después de comprarlos para evitar que pierdan su frescura y sabor.
Recetas con moluscos frescos
Una vez que los moluscos estén limpios y listos para cocinar, las posibilidades son infinitas. Desde una simple preparación a la plancha con aceite de oliva y sal hasta platos más elaborados como arroz con berberechos, almejas con gratinado de alioli, alubias con almejas o navajas rebozadas con jamón.
Con una copa de vino blanco o albariño y la compañía adecuada, los moluscos frescos pueden ser el complemento perfecto para cualquier comida o aperitivo. Solo es cuestión de encontrar la receta que más te guste y disfrutar de todo el sabor que ofrecen estos deliciosos mariscos.