Descubre Cuenca, una ciudad llena de historia y patrimonio cultural
Las Casas Colgadas, un ícono de la ciudad
Las Casas Colgadas son sin duda alguna el símbolo más emblemático de la ciudad de Cuenca, y uno de los lugares más fotografiados de España. Se encuentran ubicadas en un abrupto acantilado sobre el río Júcar, y consisten en tres casas que sobresalen del borde del acantilado en voladizo. Las casas colgadas fueron construidas entre los siglos XV y XVI y actualmente solo dos de ellas están abiertas al público: la Casa de la Sirena, que alberga un restaurante de cocina típica, y las Casas del Rey, sede del Museo de Arte Abstracto Español. El conjunto de estas casas conforma un ambiente gótico que es impresionante de observar.
Ciudad Encantada, un lugar mágico
Alrededor de 35 kilómetros alejado del centro histórico de Cuenca, situada dentro del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, se encuentra la Ciudad Encantada, un lugar mágico que es la muestra de la lucha de la naturaleza por crear belleza e impresionar a los visitantes. En este lugar encontramos formaciones rocosas espectaculares, algunas con más de 20 metros de altura, modeladas por la erosión del agua, del viento y del hielo durante cientos de años. Este paisaje sorprendente es conocido por sus formaciones rocosas curiosas con formas caprichosas y es imprescindible para los amantes de la naturaleza.
La Catedral de Cuenca, testigo de la historia de la ciudad
La catedral de Cuenca es el principal templo religioso de la ciudad y seguramente su monumento más relevante. Se ubica en el corazón del casco histórico y está dedicada a Santa María y San Julián. Fue construida en los siglos XIII y XIV, aun así no fue terminada hasta el siglo XV. La catedral, con una espectacular vidriera, es un fiel reflejo de la historia de Cuenca con varios estilos arquitectónicos combinados, entre ellos el gótico normando y el barroco. Asimismo, es considerada una de las catedrales españolas más importantes.
Torre de Mangana, un mirador privilegiado
Situada en el corazón del casco histórico de Cuenca, la Torre de Mangana se construyó en el siglo XII como torre de defensa y vigilancia para la ciudad. A lo largo de los siglos, la torre ha sufrido restauraciones y cambios a medida que la ciudad iba creciendo. Destaca por su estilo neomudéjar y se localiza en la plaza Mayor, que es el corazón de la ciudad. La vista que se aprecia desde la Torre de Mangana es impresionante, y la torre es ideal para tener una vista panorámica de la ciudad de Cuenca.
Puente de San Pablo, un viaje al pasado
El Puente de San Pablo conecta el casco histórico con el Convento de San Pablo, y era el antiguo paso obligado para los peregrinos del Camino de Santiago. El puente actual es de hierro y se construyó a principios del siglo XX para reemplazar un puente de piedra que se derrumbó. El Puente de San Pablo es uno de los puntos más sorprendentes y fotografiados de Cuenca, y es ideal para disfrutar de una vista impresionante del río Huécar y sus famosas Casas Colgadas.
Convento de San Pablo, el otro lado del puente
El Convento de San Pablo se encuentra del otro lado del Puente de San Pablo y es una joya del patrimonio histórico de la ciudad de Cuenca. Fue fundado por los Dominicos en el siglo XVI y es considerado un lugar emblemático por tener una ornamentación que combina el estilo gótico, renacentista y barroco. Además, se pueden apreciar lienzos de los artistas más relevantes de la época. También desde el convento se pueden admirar magníficas vistas de la ciudad y del río Júcar.
